Los padres también tenemos necesidades

La mamá de Leo (3 años) y Emma (4 meses)

He de reconocerlo, no soy una madre abnegada; yo también tengo mis necesidades.

Desde el día 1 del nacimiento de mis hijos he compartido la maternidad/paternidad con mi pareja más o menos al 50%, cometiendo ambos muchos errores (como corresponde a todo padre/madre primerizo) pero dando ambos lo mejor de nosotros mismos. Eso sí, con un límite: ese que te permite enseñar a tus retoños que los demás también tienen sus necesidades.

Cuando Maslow (Abraham Maslow,1943, «A Theory of Human Motivation«) en su pirámide de necesidades, hace una jerarquización de éstas en 5 niveles y llama a los cuatro primeros niveles “necesidades de deficit”, quiere decir que estos primeros niveles son necesarios para no sufrir ciertas carencias o padecer determinadas patologías como depresión, alienación, invalidez emocional…. Se trata de necesidades fisiológicas (como comer o dormir), necesidades de seguridad (salud, integridad física), de afiliación o sociales (amistad, afecto) y de reconocimiento (logros, independencia, libertad, atención, reconocimiento).

Leo por ahí los comentarios de madres que hablan de cosas que me suenan a chino. He de aclarar que trabajo a tiempo completo y que la única ayuda que tengo es la de Maria José, que limpia conmigo la casa una mañana a la semana. Leo a madres que no tienen tiempo para ducharse o para arreglarse, que no duermen, que no comen… que no realizan ninguna otra actividad que no sea estar con sus hijos, que no ven otra gente, que no leen…. Si en lugar de hablar de privarse de todas esas cosas porque están cuidando hijos, se hablara de hacerlo por cuidar de la pareja, de un enfermo o incluso por el bien del mundo entero, se podría pensar que esa persona no está en su sano juicio y que necesita ayuda.

¿Qué pasa cuando nacen los hijos?

Se puede entender que en un periodo de gran demanda de uno mismo, como es la crianza, se pueda renunciar a ciertas necesidades de autorrealización (nivel 5), pero lo que no se debería tolerar (y mucho menos comentarlo en ciertos blogs como un ejemplo a seguir para ser una buena madre) es que la crianza se engulla todas tus necesidades, hasta las más básicas, como comer o dormir.

Que un bebé no duerme más de tres horas seguidas lo sabe todo el mundo, pero no es excusa para no dormir. Los humanos somos muy creativos para encontrar soluciones a pequeños problemas. Puedes meterlo en tu cama, puedes aprovechar cuando se echa la siesta para dormir, puedes pedir ayuda a tu pareja, familia, amigos…. Se puede.

Pero ya no por una misma, sino por ellos. Quizá soy yo un bicho raro, pero cuando como y duermo, tengo más energía para jugar con mis hijos. Cuando me tomo 15 minutos cada mañana para mí, para ducharme y tomarme mi cafetito, estoy de mejor humor de camino al cole. Cuando salgo con amigos y dejo a los niños con los abuelos o con una baby-sitter, tengo tiempo para echarlos de menos. Cuando leo, aprendo y les enseño cosas nuevas.

En definitiva, cuando tengo tiempo para mí, soy una mejor madre.

2 comentarios en «Los padres también tenemos necesidades»

  1. Mi situación es distinta a la tuya, Eva, pero te doy la razón 100%. No se si sere una buena madre (quien puede decir si una madre es buena o no?) pero yo sin ser «yo» no puedo ni quiero ser madre.

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